Curiosidades en la consulta de psicología

Si alguna vez te has preguntado cómo funciona la consulta de psicología especializada en psicoanálisis, sigue leyendo porque esto te interesa.

El inconsciente está a la superfície

Se suele decir que el inconsciente está en las profundidades de nuestra mente pero desde el psicoanálisis lacaniano, se entiende que está en la superficie, dado que es el lugar donde puede aparecer. Encontramos el inconsciente en todo aquello que falla, queremos decir una palabra y nos sale otra, nuestros sueños están llenos de aparente sin-sentido, nos olvidamos de cosas que queremos recordar y recordamos cosas que queremos olvidar. La propuesta del psicoanálisis es intentar entenderlo, puesto que los que nos intenta decir tiene que ver con conflictos vividos no resueltos. La buena noticia es que a menudo, se pueden dirimir durante el trabajo terapéutico, sin la necesidad de incluir terceras personas (al menos, físicamente).

El tiempo entre sesiones, cuenta

Si hay un buen vínculo terapéutico, en el tiempo entre sesiones, se sigue haciendo trabajo. Incluso cuando aparentemente se ha dejado una terapia, esta sigue funcionando. Seguimos imaginando que le explicamos cosas a nuestra terapeuta o incluso, tenemos la certeza de que nos respondería ella. Se entiende que la psicoanalista forma parte del inconsciente del paciente, y este es una maquinaria que nunca para y que encima, no funciona con tiempo, por eso, acontecimientos pasados podemos sentirlos tanto actuales y no podemos evitar vivir las angustias del futuro en modo presente.

No sabemos cuánto dura una sesión

Es imposible adivinar cuánto durará una sesión. Una de las técnicas más efectivas para generar efectos terapéuticos es la sesión de tiempo variable. Esto quiere decir que depende del que se haya dicho, la psicoanalista hará parar la sesión, no importa si pasa a los 5, 20 o 45 minutos después de haber empezado. Esta intervención genera tal impacto, que permite cortar circuitos que se repiten constantemente en nosotros mismas y que justamente, aquel día han aparecido en terapia.

El diván es una puerta, no un sofá

Aunque lo divà parece parte del mobiliario, utilizarlo facilita que la persona paciente pueda abrirse más y acceder a recuerdos o hablar de temáticas que generan más resistencia inconscientemente. Por eso, a la Fundación entendemos que tumbar-se al diván es más atravesar o abrir una puerta que no sentarse en un asiento.

Hasta aquí!
Y hasta cuando dura una terapia? Pues hasta que la persona tenga suficiente. Desde el psicoanálisis no se da el alta. La puerta de la consulta (casi) siempre está abierta, solo hay que concretar día y hora con antelación. Se acompaña hasta donde la persona desee.

Esther Jiménez Garriga
Psicóloga sanitaria
Col. 21660
Fundación Renal Jaume Arnó