El anti-artículo para no combatir el COVID-19
Si esperas leer un artículo lleno de consejos para combatir el confinamiento, este no es el lugar indicado. Mejor te recomendamos que visites la Guía de gestión psicológica para cuarentenas por enfermedades infecciosas realizada por el Col·legi Oficial de Psicologia de Catalunya.
Artículo
Acepción 6 del Diccionario de la Real Academia Española
6. m. Cada una de las disposiciones numeradas de un tratado,
de una ley, de un reglamento, etc.
Hora tras hora, en el telenoticias, en Instagram, en el periódico, vemos aparecer mensajes numerados con recomendaciones para hacer frente a esta situación inaudita, vídeos en time-lapse con la rutina de ejercicios para terminar abrazando a tu perro en el suelo, o compartiendo fotografías de unos hyper healthy desayunos.
Pero… ¿Qué puede provocar este exceso de información, imagen y precisión en las recomendaciones que finalmente, se tornan en directrices?
Hago una propuesta de respuesta: Provocan la dificultad de sustraer lo propio, ya que queda enmascarado por lo social y por el ideal de lo colectivo, y la atrofia de la creatividad.
Vamos a argumentarlo!
La normalidad como velo a lo particular
Parece que en el eco de los patios de luces y los balcones resuena un mensaje al unísono por los diferentes canales de comunicación: El miedo es una emoción normal. El miedo nos ayuda a sobrevivir. Hay un miedo adaptativo y otro patológico. Etcétera, etcétera, etcétera.
Pero, ¿y si dejamos de lado estos nuevos mantras normalizadores y por lo tanto, homogéneos e intentamos ir un poco más allá, hacia lo heterogéneo? ¿Y si nos preguntamos qué recuerdos o situaciones vividas o imaginadas, propias, nos vienen a la mente con este confinamiento y angustia por el contagio?
La propuesta proviene de la siguiente lógica: el discurso social tiene tendencia a tapar el enigma de cada uno.
En psicoanálisis, se apuesta por investigaciones que diferencien la angustia del miedo. Tal y como nos indica Daniela Aparicio en su artículo “Miedo o angustia desde el psicoanálisis” [1], el miedo tendría un objeto amenazante externo, del cual hay que huir necesariamente para protegerse, véase un incendio (en este caso, un virus). La angustia, no tiene este objeto externo, la amenaza procede del interior de cada sujeto.
En este caso, se trataría de una articulación entre lo interno y lo externo, con miedo y angustia. Por mucho que sea normal angustiarse por saber que no se puede salir, por sólo tener contacto social con una o dos personas, por no poder tener contacto social con nadie ya que vives solo o por precaución te has tenido que aislar, hay elementos de esta angustia que el COVID-19 no puede cernir ni explicar. Es por eso que este momento puede ser el indicado para afrontar y trabajar todo eso que ahora se magnifica con el paso de los días de confinamiento.
Deconstrucción de consejos
Vivimos en la época de los imperativos, de la hiperactividad y del hiperconsumo. Parece ser, que las áreas de lo humano se han contaminado de las orientaciones del capitalismo, siendo que incluso en el lenguaje entre psicólogos se ha adaptado términos económicos como la “gestión emocional”, la cual se puede numerar, potenciar, positivizar…
Con respeto por el trabajo realizado por colegas, la propuesta de este artículo es coger cada una de las recomendaciones para agujerearlas. Para pasar de los imperativos generalizantes al caso por caso, ya que hay tantas maneras de llevar este proceso como humanos en la tierra.
- Infórmate bien e informa bien a los demás, o no: dependiendo de tu nivel de consciencia y de lo mal que te sienta conocer los números de afectados, curados y fallecidos.
- Organízate o deja el organizarte para cuando tengas que volver a la rutina. El “aprovechar el tiempo” es un imperativo feroz que sirve para alimentar la angustia y el sentimiento de inutilidad.
- Mantén tu red social activa, depende del día.
- Cuídate, protégete pero no termines con las manos resecas por lavártelas tanto estando solo en casa!
- Relájate, distráete, pero es difícil llevarlo a cabo si tienes que estar pensando que toca relajarte y distraerte.
- Descubre el lado positivo, como todas las cosas. Pero… ¿no tengo derecho a vivir todo esto negativamente? ¿Y si en lugar de Mr. Wonderful soy más de Mr. Puterful?
¿Hasta qué punto los profesionales saben?
Frecuentemente, al trabajar con personas con diferentes diagnósticos, algunos de ellos crónicos, y por lo tanto, de largo recorrido, provoca que el paciente en cuestión disponga de un bagaje y experiencia clínica en la que es capaz de detectar la falta de experiencia en el técnico, algún pequeño olvido por parte del equipo sanitario, entre otros. Esto no se suele contemplar en los simposios, pero a menudo, el paciente es consciente de su nano-recepción hacia algunos medicamentos, cómo controlarse la tensión y cómo le fluctúa la diabetes a lo largo del día. Es decir, puede ser uno de los mejores aliados para el equipo médico siempre y cuando éste último lo acepte como miembro pensante y con derecho a decidir.
Por un lado, en lo que al trabajo con el paciente respecta, la caída del saber médico es todo un proceso de elaboración, casi inevitable. A la par, de un empoderamiento del paciente en el que se atreva a decir lo que piensa a ese Gran Otro Sanitario.
Un elemento crucial desde el psicoanálisis es que el profesional no caiga en la trampa de creer que sabe. Lo social y los pacientes le pueden otorgar un saber supuesto, pero su lugar es el del no-saber (que no es equivalente a la ignorancia –no querer saber. El no-saber implica una elaboración del saber) y el de no dar nada por obvio. Se trata de articular este no-saber del profesional, con el no-saber del paciente, que no termina de entender por qué esos afectos aparecen tan insistentes, violentos o parasitarios; para que el proceso terapéutico pueda tener lugar. Es importante que en todo este proceso transite una pregunta ya que los interrogantes sirven para frenar el empuje de lo social y también, para tener la oportunidad de asumir la propia responsabilidad; ayudan a construir la propia respuesta, la única que libera.
No combatir el COVID-19
¿Por qué no combatir? A menudo se habla de lucha, de enemigo, de vencer a la enfermedad. Es decir, se crea un ente maligno y consistente al que batallar. ¿Eso no es darle un lugar privilegiado y de reconocimiento nuclear a la enfermedad?
Quizá lo interesante sería conseguir que el virus, la enfermedad renal crónica o las posibles infecciones para personas inmunodeprimidas, formen parte acogida de nuestra realidad, para dar lugar al saber-hacer, saber-hacer con la enfermedad, saber-hacer con el tiempo libre, dejarse hacer por la espontaneidad del momento, etc.
Articular lo social, el covid y lo particular
El psicoanálisis lacaniano se inspira en el budismo para incorporar en su teoría las tres pasiones de alma: el amor, el odio y la ignorancia. Estos tres elementos pueden verse reflejados en el nudo borromeo (y coronado) configurado por tres redondeles con espacios comunes.
Cada concepto aplicado a un redondel es una propuesta que nos ayuda a pensar la relación entre los elementos, teniendo en cuenta que la articulación particular de estos tres elementos, es lo que nos hará funcionar como sujetos.
Aplicado a la situación actual, intentaríamos escuchar e intervenir en especial, entre los lazos del COVID-19 y lo particular. La relación entre lo social y el covid, o lo social y lo particular, pueden tener la función de mascarada, de desangustia, necesaria, pero en algún punto obstaculizadora del propio progreso. Por otro lado, las posibles intervenciones entre lo social y lo particular, podrían ir en la dirección de marcar un distanciamiento y diferencia entre mandato y deseo.
Entonces, es en la articulación entre el redondel rojo y el azul, donde podrá emerger algo sintomático propio, como puede ser escribir un anti-artículo sobre el covid-19, preparar un repertorio de canciones para cantar en el balcón, o hacerse voluntario para realizar la compra para personas mayores.
Para concluir, tres reflexiones
A lo largo de la transcripción de este anti-artículo, he cometido un mismo lapsus: escribir COVID-10 en lugar de COVID-19. El número 19 está a punto de conseguir ser un número entero, ideal. En cambio, el 10 es el reflejo de la excelencia, la cual está constantemente en juego en estos momentos.
Protégete del contagio pero no olvides proteger a tu propio deseo inconsciente.
Y recuerda, Shakespeare escribió Hamlet y Lady Macbeth en una cuarentena y Newton elaboró su teoría de la gravedad.
Bibliografía
COPC. (13 de marzo de 2020). El Colegio Oficial de Psicología de Cataluña publica una guía de gestión psicológica ante cuarentenas por enfermedades infecciosas. COPC: https://www.copc.cat/es/noticias/1040/El-Col-legi-Oficial-de-Psicologia-de-Catalunya-publica-una-guia-de-gestio-psicol-gica-davant-quarantenes-per-malalties-infeccioses
Aparicio, D. (24 de octubre de 2011) Miedo o angustia desde el psicoanálisis. Daniela Aparicio Blog: https://danielaaparicio.wordpress.com/2011/10/24/miedo-o-angustia-desde-el-psicoanalisis/
Godínez, Rosa. Del proyecto a su construcción: la subjetividad de un grupo. L’Interrogant Fundació -Nou Barris per a la Salut Mental. Vol. 13, 45-48.
Tohà, D. (2015). Abnegación, lealtad y sacrificio (en pro de la excelencia). L’Interrogant. Fundació -Nou Barris per a la Salut Mental. Vol. 13, 57-59.
Soler, C. (2016). Los afectos lacanianos. Buenos Aires, Argentina, Letra Viva.
Ball, P. (4 de enero de 2020). ¿Cuán cierto es que a Isaac Newton se le ocurrió la teoría de la Gravedad al ver una manzana caer? BBC Science Stories: https://www.bbc.com/mundo/noticias-50948162
PIJAMASURF. (16 de marzo de 2020). Shakespeare escribió “El Rey Lear” y “Macbeth” durante una cuarentena. Pijamasurf: https://pijamasurf.com/2020/03/shakespeare_escribio_rey_lear_y_macbeth_durante_una_cuarentena/
[1] https://danielaaparicio.wordpress.com/2011/10/24/miedo-o-angustia-desde-el-psicoanalisis/
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