Protección social y laboral para los donantes de vivo
La donación de vivo es posible siempre que se cumplan las condiciones y requisitos establecidos por la Ley. El donante debe ser mayor de edad y debe tener buena salud física y mental. La Ley incluye los pasos a seguir para todos los implicados: personal médico, judicial, donante y receptor; para garantizar los derechos de ambas partes, la libertad en las decisiones, la voluntariedad y el altruismo.
Sin embargo somos conscientes de la problemática laboral que sufren los donantes de vivo previa la donación del órgano. En la mayoría de las ocasiones tienen que gastar sus días de vacaciones o por otra parte se exponen a perder sus puestos de trabajo. Esta queja nos ha llegado no solo por los medios de comunicación sino por voz de pacientes que se encuentran en esta situación.
Hoy en día que vivimos en un mundo egoísta donde lo que impera es la satisfacción del propio deseo, de ahí que nos deberíamos sentir orgullosos y privilegiados de convivir con personas que piensan más con el bienestar de los demás que en sí mismos y en lugar de permitir que utilicen sus vacaciones, días personales, etc., para realizar las pruebas médicas pre donación y por la propia intervención quirúrgica, habría que favorecer esta excelente decisión con baja laboral remunerada.
Necesitamos una solución a esta situación que pudiera proteger a los donantes vivos y les garantizara la incapacidad laboral temporal similar a la baja por maternidad en lugar de una penalización con la pérdida de trabajo debido a la donación, un acto sumamente altruista, ya que gracias a la voluntad y la disposición de estos, muchas personas pueden mejorar su calidad de vida o incluso salvarla.
Actualmente existe un vacío legal que deja sin protección a los donantes vivos, no obstante si queremos seguir siendo líderes mundiales en trasplantes y reducir las listas de espera, se deberían promocionar políticas sanitarias que favorecieran una sanidad universal pública para todos y una mejor cobertura social y económica para estos casos.
De hecho, el Dr. Rafael Matesanz, director de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), ya ha reclamado una modificación legal que otorgue una protección social y laboral a estas personas, similar a ala que tienen las mujeres durante el embarazo y post parto. A partir de aquí nos queda esperar que los departamentos de salud y trabajo estudien como poder garantizar la protección laboral de los donantes vivos.
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