Enfermedad Renal y pobreza
Recapitulando y haciendo búsqueda de información de antiguas creencias sobre el origen de las enfermedades. Antes del siglo XIX se creía que las enfermedades infecciosas eran consecuencia de la descomposición del cuerpo en vida, las no infecciosas eran un misterio, y la mayoría de las personas no creían que hubiera relación entre condiciones de vida y salud. Se creía que las personas pobres que estaban enfermas era porque eran inferiores. En el siglo XIX se eliminaron algunos de estos conceptos y mitos, pero en los casos de enfermedades no contagiosas como el cáncer, diabetes o enfermedades coronarias se siguieron considerando tabú y misteriosas. Y hasta casi los últimos decenios del siglo XX no se pudieron aportar pruebas de los orígenes ambientales o del comportamiento de las enfermedades no contagiosas.
Hoy en día el panorama que visualizamos respecto a la salud podemos agradecer a una serie de descubrimientos importantes: la constitución genética del ser humano, los avances tecnológicos, el origen de las infecciones con la posibilidad de prevenirlas e incluso reducirlas, y el reconocimiento de que, cambiando comportamientos y condiciones de vida puede mejorar significativamente la salud.
A raíz de este último, descartando factores genéticos y sabiendo que hay cuatro necesidades básicas para mantener un mínimo de salud: oxígeno, calor, alimento y agua, llegamos a la conclusión de que la deficiencia alimentaria afecta directa o indirectamente en el estado de salud . Por lo tanto, podríamos hablar de enfermedades de la pobreza y enfermedades de la riqueza? Claro que sí!
Las enfermedades provocadas por deficiencias y riesgos de carácter natural son en esencia las enfermedades de la pobreza, que hoy afectan a una parte muy extensa del mundo que vivimos, mientras que las enfermedades provocadas por defectos y riesgos de adaptación son enfermedades de la riqueza, que como consecuencia de los avances y los rápidos cambios en las condiciones de vida y el comportamiento asociado a la era de la industrialización y de la comida “basura” no ha permitido al ser humano, según Thomas Mckeonwn (los orígenes de las Enfermedades humanas, Barcelona 1990), una adaptación genética de esta magnitud.
En cuanto a las causas de la enfermedad renal también podemos hablar de la existencia de una compleja desigualdad entre países ricos y países pobres. Generalmente las dos causas de enfermedad renal crónica en países ricos son: las derivadas de enfermedades comunes como hipertensión, diabetes, etc., o por causas genéticas. Sin embargo, se alerta un ligero incremento debido a complicaciones post cirugía, deshidratación, efectos tóxicos de las drogas, tabaquismo, obesidad, medicamentos de contraste radiológico. En países pobres incluidas las zonas tropicales, en cambio, la causa suele venir de enfermedades comunes que afectan a personas jóvenes previamente sanas, como por ejemplo diarreas, infecciones comunes debidas a enfermedades tropicales, picaduras de serpientes, medicamentos tradicionales o infecciones causadas por el VHI / sida.
Aunque en los países desarrollados, una tercera parte del mundo, vivimos en una carrera continua e incansable de avances médicos para mejorar la calidad de vida de las personas y reducir enfermedades, notamos que los riesgos a desarrollar enfermedad renal afectan a todo tipo de aspecto socioeconómico, desde la pobreza hasta la riqueza, desde la desnutrición hasta la obesidad, en contextos agrarios o industriales, desde recién nacidos hasta la tercera edad. La diferencia radica en el acceso a la atención médica y los recursos que cada país invierte en salud y en educación para la salud. La mejor prevención es la educación.
No Comments