Una de las demandas más habituales en la atención psicológica en pacientes renales  suele ser la dificultad para controlar la ingesta de líquidos.

 

Según la psicología básica, aquella que estudia el funcionamiento de las sensaciones, percepciones, aprendizaje, memoria, razonamiento y motivación de la conducta, se concibe dos tipos de bebida.

En primer lugar, la bebida primaria. Es decir, el déficit real de agua en el organismo.

En segundo lugar, la bebida secundaria la cual, sin que haya una carencia de agua, puede hacer beber cuando no tenemos sed. En este caso, existe una importante influencia de las variables ambientales, sociales y mentales (beber más cuando tenemos sensación de calor, la costumbre de beber 2L de agua al día, ir a tomar algo como elemento social, etc).

 

No obstante, desde cualquier rama del estudio del comportamiento, tenemos que tener en cuenta una variable fundamental: la del propio sujeto.

¿Qué queremos decir con ésto? Cada persona es singular. No todos los consejos sirven  para todos ni tampoco por igual.

 

De este modo, ya hemos detectado los tres elementos importantes a tener en cuenta:

• La demanda biológica del cuerpo
• La influencia socioambiental
• Las particularidades de cada persona

 

Es un ejercicio complicado intentar tratar cada una de estas causas por separado dado que a menudo se encuentran entrelazadas en una misma situación, de ahí lo dificultoso del éxito.

Es por eso que a menudo se aconseja tener en cuenta diferentes variables para facilitar el control en la ingesta de líquidos.

 

• Tener claro la cantidad de agua que puedes beber entre las sesiones de diálisis
• Usar una única botella con la cantidad permitida (mejor si está muy fría, para beberla a pequeños sorbos)
• Aprovechar la recurrente sensación de menos sed después de diálisis y dosificar más cantidad de agua para el segundo día
• Pesarse durante el día para tener más controlado el aumento de peso
• Absorver un poco de limón, hielo, … para calmar puntualmente la demanda de agua
• Tomar la medicación durante las comidas y no con agua
• Seguir una dieta adaptada
• Estimular la secreción de saliva con caramelos o chicles
• Intentar mantener la mente y el cuerpo ocupado para así conseguir distraerlo

Cuando nos sentimos más sosegados con nuestras preocupaciones, disponemos de un mayor control y bienestar en relación a nuestro cuerpo. Es por eso, que hablar con la familia y amigos, consultar al psicólogo de referencia y al equipo sanitario, buscar consejos en los compañeros de hemodiálisis, etc. son elementos clave para conseguir un mayor rendimiento y logro en nuestros objetivos.

Esther Jiménez Garriga, psicóloga.